Artículo sobre Jeffrey Puente García por el escritor William Navarrete

El pasado 11 de Agosto se publicó en el diario El Nuevo Herald un artículo acerca de nuestro director Jeffrey Puente García firmado por el escritor cubano residente en Francia William Navarrete que a continuación compartimos con todos ustedes.

“Jeffrey Puente da voz a otra Cuba”

POR WILLIAM NAVARRETE  ESPECIAL/EL NUEVO HERALD

Llegó a Miami de Cuba hace más de una década con tres cortos de ficción en la maleta y un rico acervo en materia de cine. En la Isla estudió Comunicación Audiovisual, se graduó de la Escuela Nacional de Arte (ENA), participó en talleres de guión y de realización cinematográfica e impartió cursos de dramaturgia en el ámbito de las artes escénicas.

Jeffrey Puente creció en Candelaria, provincia de Pinar del Río. En 1984, con siete años de edad comienza a asistir a la catequesis en un país donde todo contacto con la religión marginaba entonces a quien la practicara. En ese mismo pueblo y en una comunidad rural llamada El Brujo ocurren las historias de sus tres películas: ’25 Km’ (2005), ’72 Hrs’ (2006) y ‘Para subir al cielo’ (2007), con las que participó en festivales, dentro y fuera del país, y obtuvo diversos premios y reconocimientos. El hilo conductor de la trilogía es Yvan Bergeron, un misionero de Quebec, establecido en Cuba en 1952 y a cargo de la parroquia de Candelaria desde 1987, hasta que se retiró y volvió a Canadá después de más de medio siglo de sacerdocio en la Isla.

’25 km’ es la distancia que recorren las hermanas María Dolores (recientemente fallecida) y María de los Ángeles Domínguez Díaz, para llegar desde El Brujo hasta Candelaria, en donde las esperaba el padre Yvan. ’72 hrs’, habla del tiempo de preparación de la Eucaristía por este último durante los tres días de carnaval, con la iglesia literalmente sitiada por quioscos de comida, pistas de baile, comparsas, algarabía y caos. Tres días en que el cura se encierra a cal y canto en el templo como en tiempos en que las hordas de invasores bárbaros cercaban una plaza, a la espera, en su caso, de que acabe el cumbancheo pueblerino para retomar el curso de su misión pastoral y tratar de darle sentido a tanta alma en pena. ‘Para subir al cielo’ es la visita de Yvan Bergeron a El Brujo y los preparativos del templo al aire libre para que los fieles asistan a misa.

Las tres películas son excelentes ejemplos de una Cuba que ha perdurado al margen de la oficialidad. En el recóndito El Brujo, la familia Domínguez-Martínez repite los gestos ancestrales de quienes han vivido siempre en autarcía. Milagros, la madre de las dos hermanas, hizo del infierno un paraíso. En simbiosis con la naturaleza y su fe, sobrevivió a décadas de abandonos y olvidos. Otros en su lugar hubieran enloquecido. Desde la miseria material en que han vivido, ella y sus hijas ofrecen riqueza espiritual, que les sobra y han sabido compartirla. Las hermanas enseñaron el catecismo a los paisanos del lugar, y al igual que el padre Yvan (fallecido en 2014 en Quebec), soportaron y supieron sobreponerse con estoicismo a innumerables obstáculos.

Puente les ha dado voz en sus tres cintas. Ahora podemos conocerlos más allá del estrecho mundo en que han vivido. Desbordante de poesía, su trilogía es también una obra de gran madurez. Me atrevo a decir que de lo mejor que se ha filmado en Cuba en mucho tiempo.

En Key West primero, y en Miami después, lugares en los que ha vivido desde hace más de una década, Puente sigue dando voz a quienes ocupan un lugar prominente por su quehacer y acciones, pero han sido excluidos de los medios oficiales cubanos de comunicación.

“Comencé a idear y a producir el proyecto junto al realizador argentino Sergio Valens, quien se encarga de la edición, el diseño gráfico y la voz off que introduce cada capítulo”, revela. “Residíamos en Key West cuando invitamos a amigos que habían estudiado cine en Cuba, de modo que en las primeras temporadas participaron el director de fotografía Yoel Álvarez, la asistente de producción Karelia Fernández y el sonidista Héctor Núñez Estévez; y a partir de la tercera temporada contamos con la producción periodística de la escritora Janisset Rivero, activista del exilio a favor de la democratización de Cuba”.

El proyecto lo financian Valens y el propio Puente, y el equipo trabaja ad honorem. Las entrevistas están disponibles en la página web: www.vocesdecuba.com. Se puede escuchar las voces de Dagoberto Valdés, activista católico de la Diócesis de Pinar del Río, del periodista y escritor Carlos Alberto Montaner, de los activistas Orlando Gutiérrez Boronat, Silvia Iriondo, Janisset Rivero, Sirley Ávila León, Jorge Luis Pérez Antúnez, Ángel de Fana o Laida Arcia Carro, de los cantantes Amaury Gutiérrez o Willy Chirino, del pintor Humberto Calzada, de los escritores Delia Fiallo, Ángel Cuadra, Ernesto Díaz Rodríguez y Ángel Santiesteban, o del reverendo Martín Añorga, entre muchos más.

Algunos programas hablan de lugares emblemáticos, también de la historia del exilio. Rafael Peñalver, presidente del Instituto San Carlos de Cayo Hueso, le pone voz a esta institución. Sobre la Ermita de La Caridad en Miami, el padre Juan Rumin Domínguez evoca su historia y la obra de Monseñor Agustín Román. Otros programas abordan el crimen del remolcador 13 de marzo o la historia de la organización Hermanos al Rescate.

A los 52 programas ya filmados se añaden los más recientes de la poeta Amalia del Castillo y del trovador Mike Porcel, de quien mucho se ha hablado tras la salida de “Sueños al pairo”, un corto realizado en Cuba por dos jóvenes cineastas sobre su vida y obra.

Jeffrey Puente reconoce que cada entrevistado le ha hecho descubrir episodios que desconocía hasta entonces. “Una historia cubana de continuo dolor, éxodos, separaciones y muertes, en que el dolor es el común denominador que nos une y separa como nación”.

Para este relicario de valores pone especial interés en rescatar la historia de cada entrevistado y en revelar su lado más humano, en vez de insistir en los aspectos combativos o profesionales que son, en general, por los que más se les conoce. “Voces de Cuba” va por su séptima temporada, el proyecto promete muchos capítulos más. 

Valdría la pena dar oportunidad a este excelente cineasta para que hiciera cine en la Florida. Su visión poética y a la vez aguda de lo que le rodea, además de su sensibilidad para captar historias y ambientes, deben (y pueden) marcar pautas en un sitio en donde el cine de autor es casi inexistente o tiene muy poca calidad.